Sin duda alguna, como lo plantea la autora, una sola decisión habría cambiado el rumbo de la historia, de la vida, de nuestras tradiciones, opiniones, legados y paradigmas, pues cada sociedad posee su propia visión de la realidad, del mundo, de sí misma, de la relación con su pasado, con la naturaleza y con lo que ansía conseguir.
En este sentido, la autora nos presenta varias perspectivas y modelos en torno a la pedagogía, teoría pedagógica, educación y principalmente la idea de hombre que se maneja en diversas etapas de la historia.
Como sabemos cada sociedad, época, cultura y decisión humana nos llevan a concebir modelos educativos diferentes para cada una de esas sociedades, pero cabe recordar que estos son elegidos por la clase dominante de acuerdo al tipo de sociedad que se necesita, es decir, se utiliza a la educación formal como una forma de reproducción del sistema.
Sin embargo cada paradigma debe de conducirnos a imaginar distintas utopías, pues toda aventura humana importante, ya sea en el campo científico, religioso, político y pedagógico supone de entrada una utopía. El hombre no puede ser cabalmente un ser humano si no tiene visiones utópicas, aunque cada uno tenga de esas visiones una concepción diferente.
Se considera como utopía a un plan, proyecto, doctrina o sistema optimista que aparece irrealizable en el momento de su formulación, y paradigma como un conjunto de acuerdos sobre cómo considerar e investigar la realidad. Una utopía no puede renunciar a la desmesura que es su base, pero no por ello debe abandonar los parajes de la razón. Delicado equilibrio y, sin embargo, el único con posibilidades de darle vida.
En este sentido Kuhn menciona que la nocion de paradigma representa un esquema teórico, generalmente en forma matemática, de un sistema o de una realidad compleja, en un método operativo, que repite la experiencia, la cuantifica y la mide, que se elabora para facilitar su comprensión y el estudio de su comportamiento.
Otro concepto manejado por la autora es el de teoría esta palabra viene del griego theoría, de theorín, visión, ver, que a su vez se deriva de theós, dios, diosa, Dios, divinidad, inteligencia o voluntad divina; destino, sacrificio, culto; imagen; de donde procede que la palabra theoría también significa contemplación, especulación de la mente; espectáculo o asistencia de espectáculos, fiestas, certámenes; expedición de carácter religioso, peregrinación; oficio de teoro, es decir, espectador, embajador, magistrado, inspector o peregrino.
Este mismo sentido etimológico autores como Platón y Aristóteles, la entienden como el conocimiento en general, como contemplación de las ideas o como saber contemplativo y actividad intelectual superior del hombre.
Otro concepto que también se deriva del griego es pedagogía, paidagogéo, que significa enseñar, instruir; educar niños; dirigir, seguir paso a paso, ser pedagogo, gobernar, que a su vez tiene su origen en la palabra, paidiá, paideia, que significa, diversión, juego de niños, entretenimiento, broma.
Constantemente se identifica la pedagogía, paidagogía, con la palabra latina educâre, criar, alimentar cuidar, y se traduce una por la otra. Pero, si bien es cierto que la educación en Roma tenía como propósito una inmediata preparación para la vida pública, en Grecia tiene un sentido humano y social, que por su misma evidencia tarda mucho tiempo en llegar a la plena conciencia de aquellos que la reciben y la practican.
La paideía no solamente es instrucción, cultura intelectual y moral, también es formación de los seres humanos, al género humano, a la humanidad, pues su ente está sin forma, él es el único ente que puede adquirir una forma y que puede perderla. Las personas se educan para ganarse una forma a través de la cual valga la pena vivir.
Jaeger propone que la paideía, hay que percibirla con la idea del hombre mismo. Todas las cosas cambian, pero al cambio del hombre se le llama historia y este cambio del hombre se da por la libertad que le es propia.
Platón centra su formulación de paideía en la República y las Leyes, cuyo tema central es la justicia. ¿Cómo educar a los hombres para formar una sociedad de hombres justos? Justicia que se adquiere a través de la prudencia, de la exploración de uno mismo. Los griegos sabían que el ser humano posee la peculiaridad de ser irrepetible y que la paideía, conserva esa fuerza natural transformadora.
Por tanto teoría pedagógica representa la contemplación hacia el juego de los niños, o bien inteligencia o especulación de la mente para instruir, educar, dirigir o gobernar y transformar. Además puede considerarse como, un saber que contempla cómo es que el ser humano forma y transforma su naturaleza que ya no es sólo naturaleza, sino destino, ethos, su carácter, su modo de ser y de comportarse, su actividad intelectual capaz de afectar a miles de espectadores a un tiempo y de estimular sus emociones.
Porque sólo el ser humano es el único, entre todos los demás seres, que disfruta su conducta y es el único capaz de modificar su comportamiento, el único que puede cambiarlo y transformarlo, porque sólo él tiene su ser incompleto.
Larroyo, menciona que el hecho de la educación es anterior a la teoría pedagógica, a la ciencia de la educación, pues primero se educa espontáneamente o deliberadamente y después se observa y se reflexiona sobre ello, y así, paso a paso, se va generando un concepto acerca de la esencia y método de la educación. Describe la teoría pedagógica como el hecho educativo que busca sus relaciones con otros fenómenos: los ordena y clasifica; indaga los factores que lo determinan, las leyes a que se haya sometido y los fines que persigue.
Referencia.
ESCALERA Bourillon Jeannette. La manzana de oro, una decisión diferente.
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