José Vasconcelos y la creación de la SEP 1921-1923.
Conferencia de Valentina Cantón Arjona.
El pasado 16 de Febrero, en el Auditorio "A" dentro de las Instalaciones de la Universidad Pedagógica Nacional, se presento la conferencia José Vasconcelos y la creación de la SEP 1921-1923, la cual estuvo a cargo de la Profesora Valentina Cantón Arjona, quien actualmente es profesora de dicha universidad.
En esta conferencia se a bordo de manera histórica la conformación de la Secretaria de educación Pública (SEP), además de que se dio una semblanza del personaje que la propició, me refiero a José Vasconcelos quien fue un hombre de ideales, pues estaba convencido de que la educación constituía un elemento de liberación humana y que, a su vez, generaba la libertad de creencias. Pluralista por convicción, cualquier pensamiento monolítico le resultaba reduccionista; hiperactivo, concebía al individuo propenso a la acción y, por lo tanto, como un ente que no requería de estímulos externos utilitaristas para actuar. A partir de estas consideraciones, para Vasconcelos educar significaba enseñar los valores humanos con los cuales la actividad conduce a la superación.
Vasconcelos consiguió dar un gran impulso a la institucionalización educativa, pero como se sabe por cuestiones políticas imperantes en el país hicieron que renunciara en 1924, dejando la Secretaría de Educación Pública con nuevos proyectos que se fueron consolidando en los siguientes años y que hoy día seguimos disfrutando y reformando.
Para poder comprender este suceso es necesario remontarnos a la segunda década del siglo veinte, donde en el país se encontraba entre los dimes y diretes de la política, y en estos años se inició el proceso de institucionalización, comenzando con la creación de la Secretaría de Educación Pública (SEP) que vino a sustituir a la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes.
Esta nueva Secretaría sustituyó la vieja fórmula positivista de instrucción por el concepto de educación, realzó el concepto revolucionario de educar, es decir, pretendió moldear el alma del educando para desarrollar en él todas sus potencialidades.
Con Álvaro Obregón en la presidencia se iniciaron las reformas estructurales del gobierno revolucionario. José Vasconcelos fue nombrado rector de la Universidad Nacional de México en 1920 y en octubre de ese mismo año publicó su Proyecto de Ley para la creación de la SEP con su respectiva reforma constitucional, con el fin de darle coherencia a la educación en sus distintos niveles.
En febrero de 1921 la Cámara de Diputados discutió el proyecto presentado por Vasconcelos para la creación de la SEP, dicha propuesta pretendía institucionalizar la educación federal en México, lo que trajo acaloradas discusiones en el Congreso de la Unión. Los diputados pensaban que la propuesta vasconceliana tenía que ser estudiada ampliamente debido a que se requería reformar la fracción XVII del artículo 73 constitucional para crear la nueva secretaría de Estado. Existían diputados que no estaban de acuerdo con dicha modificación y pedían atención de la Cámara antes de ser promulgado, porque consideraban que no era necesario crear una nueva secretaría encargada del ramo educativo, porque ésta seguramente fracasaría como la extinta Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes.
Una vez aprobada la creación de la SEP por parte de los diputados, en septiembre de 1921 llegó al senado la propuesta y firmó el decreto el presidente Álvaro Obregón. El 22 de octubre del mismo año, José Vasconcelos llegó como secretario de educación.
Creada la SEP y con Vasconcelos al mando, se iniciaron las actividades institucionales apoyadas en todo momento por Obregón. Se dio la lucha contra el analfabetismo, se impulsó la escuela rural, se implementó la difusión de las bibliotecas, se cultivaron las bellas artes, se impulsó la educación media, se editaron libros de texto gratuitos y se repartieron desayunos escolares entre la población infantil.
José Vasconcelos tenía muy claras las actividades que realizaría en la Secretaría. Para él, el proceso educativo era algo totalmente articulado, de manera que la actividad en ese sentido estuviera dirigida a todos los sectores de la sociedad. Las ideas educativas de Vasconcelos provienen de sus experiencias personales, su estancia en el Ateneo de la Juventud, así como de los pensamientos de Platón, Nietzsche, Benedetto Croce y Máximo Gorki, entre otros. Su fin era proporcionar por medio de la educación, todos los elementos necesarios que requerían los nuevos mexicanos surgidos de la Revolución, con el fin de llevar a cabo el “ideal democrático” por el que se había luchado.
Vasconcelos decía que la formación integral del individuo requería vínculos estrechos entre “las actividades estéticas y la moral”, es decir, que se pretendía que los alumnos encontraran la emoción por medio del “placer desinteresado” más que por el razonamiento.
De ahí que Vasconcelos pidiera que los Talleres Gráficos de la Nación pasaran a depender de la SEP y se entregaran más prensas al Departamento Editorial. El plan vasconcelista era publicar cien obras fundamentales de la cultura universal, y al mismo tiempo, libros de índole técnica que sirviesen de auxiliares docentes y elementos de autoaprendizaje. Los clásicos que se imprimieron de la literatura universal fueron: La Ilíada, La Odisea, Las tragedias de Sófocles, los Diálogos de Platón, la Divina Comedia, el Quijote y muchos más.
Los cambios educativos que implementó Vasconcelos se vieron también reflejados en la cultura. Recuperó el edificio del Colegio de San Pedro y San Pablo, para tenerlo como sede de la Secretaría, la restauración estuvo a cargo de Roberto Montenegro y parte de los artistas que se integraron al movimiento vasconcelista fueron José Clemente Orozco y Diego Rivera.